jueves, 13 de diciembre de 2007


El caso del amante ausente




Se acerca la hora.
Pronto el cansacio será muy pesado, los párpados caerán a media asta y el deseo de abandonarnos nos irá poseyendo.
Llega la noche, la hora bruja, la hora en que todos nuestros músculos se relajan haciéndonos sentir lejanos, livianos.
Se aproxima la hora en que nuestras preocupaciones se desdibujan, los deseos nos invaden y los tan queridos anhelos ganan terreno en nuestra fábrica de sueños.
Ropa cómoda, suelta. Una cama grande, vacía de amantes pero llena de sensaciones. Relax, silencio, deseos, propósitos.
Fotografías que algún día existirán, textos que se tejen en la imaginación y ese deseo de abandono que aumenta minuto a minuto.
Es la noche, el fin de la lucha y el inicio del juego, del sueño.
Me abandono en tus brazos, cierro los ojos, escucho mis pensamientos y..... hasta mañana.
Felices sueños.

3 comentarios:

Conxita Lladonosa dijo...

La nit, el llit, el meu llit, deixo reposar la nina de drap i les fotografies que em són significatives. El número auri les presideix.

Barrocament he omplert de llibres i detalls la cambra.

I vénen, el joves amants dels boscos de pensament, els que em són amics, els invisibles, els nous poetes als que els hi faig benignes pròlegs per al seu primer poemari
i la son mineral que em porta a la dolçor i la vida i la mort que no temo.

El gatet perdut, el nou moix, atigradet/taronja, els amics fidels per compartir coses, les cançons que he allunyat temporalment.

El recompte de les hores pausades, en aquet moment també minerals amb l'adjutori orfidàlic.

Les idees del amics. L'esprança... Cxta

Anónimo dijo...

Precioso, Cxta. Gracias.

Anónimo dijo...

Sin amante, pero con Viena de fondo y mi libro de Zweig que habla precísamente de la Viena de guerras y entre guerras. Creo que a él le gustaría ver esta escena tan sensual y tú la has reflejado muy, muy bien.
Si me lo permites me gustaría dejarme llevar y hacer un brindis invisible por tanta sensación vivida...
Por los sueños, porque cuando estos existen es porque realmente podemos realizarlos.
Por Viena, la de los 700 años imperiales de Absburgo, también por la Viena más oculta.
Por los sueños pasados que una vez creímos importantes y que con el tiempo y su relatividad perdieron esa importancia.
Por aquellos que un día se atrevieron a soñar y a pesar de la relatividad del tiempo pudieron hacerlos realidad.
Por mi amigo Zweig y su visión casi profética de una época.
Por Mauthausen y todos aquellos que entraron pero jamás salieron, por todos los que sí lograron salir.
En definitiva, por los sueños nocturnos que se reflejan en forma de un libro tirado despreocupádamente encima de unas sábanas blancas, pero sobre todo por todos aquellos que se atreven a soñar en este mundo tan fríamente realista...
...Por ti, Cristina, por tu occulus habilis!!!