martes, 27 de diciembre de 2011

A corazón abierto




Se acaba el año y, tras unos días festivos familiares, viene el ineludible balance anual. Las ausencias se hacen evidentes, las físicas, las que se lleva la guadaña de la vida tras un más o menos intenso recorrido y las otras, las que simplemente desaparecen por dejadez, también se hacen sentir.
Aún sin quererlo una piensa en los amigos que no están cuándo esperamos, en esos familiares que se acomodan en sus vidas sin responder ni corresponder pero también, como una sorpredente contrapartida, aparecen en nuestras vidas personas y situaciones que no esperábamos encontrar, de quienes jamás hubiéramos pensado que reaccionaran con tanto afecto y que, al final, son los que están.
Las expectativas suelen traicionarme. Esperar que los demás actúen como una es una actitud estéril y mientras esas situaciones crean hondas heridas otras empiezan a fluir como un bálsamo que las curan.
Al final siempre es lo mismo: la vida da y la vida quita. Solo nosotros somos capaces de leer de forma positiva ese código de barras que la vida va grabando en nuestro corazón.

Gracias a todos los que están. Feliz semana.


Foto: Lower Falls, catarata en el Gran Cañón de Yellowstone. Como una gran cicatriz en la naturaleza, el agua, como un bálsamo cura su herida.

martes, 6 de diciembre de 2011

Tierra Sagrada



Ser feliz no cuesta tanto. Los indios lo sabían bien. Recorrían a caballo su Tierra Sagrada, con el frío y bajo el sol, aprendiendo de la tierra, leyéndola, observando a los animales y todas la señales que su entorno les mostraba para aplicarlas a su vida. No destruían, sólo sobrevivían. Se hicieron sabios en una impresionante comunión con la naturaleza.
Luego llegó el hombre blanco y todo cambió.
Yo, viendo esa tierra, no tengo ninguna duda de que ellos fueron muy felices allí.

Sed felices vosotros también.

Foto: Yellowstone

domingo, 4 de diciembre de 2011

Nada

Separé el ojo del visor y retrocedí un paso dejando la cámara sobre el trípode. Lentamente recorrí con mi vista el escenario que me rodeaba intentando procesar tantas emociones. Quería capturarlo todo.
Nada.
No había nada que perturbara aquella paz inmensa.
El sol posándose sobre las montañas con su delicada rutina. La boca del volcán dejando salir su aliento y el agua hirviendo bajo nuestros piés.
Nada más.
Silencio total en un paisaje inquietante y alucinante. No hablábamos, sólo nos empapábamos de tanta belleza mientras una sonrisa llenaba nuestro rostro.
Nada. Sólo paz, armonía y mucha belleza.

Feliz semana.


Pd. Foto: Yellowstone -Wyoming - Usa