sábado, 10 de noviembre de 2012


Un papel en blanco




Hace algo más de 3 años una persona me pidió que escribiera en un papel todas mis ilusiones. Lo intenté durante varios días y al final me rendí a la evidencia: no podía escribir ni una sola palabra, nada, cero.

Tras un gran esfuerzo y bastantes meses todo aquello que me castraba fué desapareciendo. Unas cosas como consecuencia del propio trabajo y otras por lo inexorable del tiempo.
Ha sido un gran logro, mío y de otros y hoy, cuándo intento repetir aquel ejercicio, me faltan hojas para relacionar todo lo que llena mi vida, las ilusiones, los proyectos, los deseos.

La fotografía ha sido otra gran maestra. Me ha enseñado a observar desde varias perspectivas, a perseverar, a respetar, a tener una paciencia infinita, a desear vehementemente la obtención de un fin.

Alguien me ha dicho en alguna ocasión que soy como el ave fénix, no sé..... de lo que sí estoy segura es de que he dejado de sobrevivir para vivir con intensidad el momento, disfrutándolo.

El papel en blanco dejó de estarlo.

Felices sueños.


Pd. Esta entrada se la dedico a aquellos que antes, durante y después estuvisteis conmigo de la mano o a una prudente distancia respetando mi silencio.



10 comentarios:

Gumer Paz dijo...

Enhorabuena Catarecha por darte cuenta de que la foografía es tu medio de expresión, y felices nosotros que difrutamos de tus obras. Te sigo. Un beso :)

Cristina Catarecha dijo...

Muchas gracias Gumer y bienvenido a Occulus.

Un beso :-)

Anónimo dijo...

No toda distancia es ausencia , ni todo silencio es olvido. Bienvenida !!
Como siempre transmitiendo emociones, ilusiones , sueños …

M.josep

Cristina Catarecha dijo...

M.Josep, una alegría verte por aquí.

Un abrazo y....muchas gracias.

Blanca G-Campomanes dijo...

Felicidades Cristina por reinventarte, por ser como eres y por tus logros. Y muchas gracias por estar.
Un beso

Cristina Catarecha dijo...

Gracias Blanca. Sabes que sin lazarillos no se puede atravesar la oscuridad, verdad?.

Un beso!!

Unknown dijo...

La fotografía nos enseña a ver la realidad que sin ella, nos pasaría desapercibida.
Dejar un instante congelado y poder contemplar por siempre es algo mágico.
Un abrazo

Cristina Catarecha dijo...

Jan, estoy de acuerdo en esa observación pero creo que no tendría sentido alguno si no reflejáramos en nuestras capturas parte del sentimiento que volcamos al hacerlas. Eso sí las hace inmortales.
Un abrazo.

Angel Corrochano dijo...

Vivir con intensidad el momento, enhorabuena, creo que es la mejor decisión que podías tomar.
Gran fotografía publicas, esas nubes entre sobras son deliciosas.
un abrazo

Cristina Catarecha dijo...

Ya ves, Angel, cosas tan evidentes para algunos y para otros tan soterradas :-)
Un abrazo.