lunes, 13 de junio de 2011


Junto al mar


Había sido un día duro por lo que decidió acostarse pronto. Quería reposar los huesos y también la mente y había mucho en lo que pensar.
Apenas habían caído las luces de la tarde cuándo cerró los ojos y, tumbado sobre la cama, se dejó llevar por la inercia del sueño.
Quiso imaginar un camino desierto junto al mar. Quiso soñar con una luz cálida y envolvente. Quiso sentir la brisa en el rostro.
Y lo consiguió. Y se dejó mecer por las olas. Y no quiso despertar.

Feliz semana.

2 comentarios:

Pepe Ventureira dijo...

Hola Cristina...gracias por erizarnos la piel con momentos reales, y fotografias de los sentimientos.

Un beso grande

Cristina Catarecha dijo...

Gracias a ti por estar ahí.
Besos y abrazos.