O la historia del Gallo Quirico http://www.lacasadelarbol.es/3Quirico.htm
Te echaremos de menos, Federiquin. Esa dimensión desconocida dónde todo era grande (o casi todo), dónde todo se veía mal hecho, dónde nada era escuchado y mucho se ladraba, está huérfana sin tí.
Espero que no estés en la olla como el otro gallo.
Pd. Te regalo unas orejas para que aprendas a escuchar, a escuchar la verdad y puedas ser, aún, más grande. Con dios, o sin él.... que me pierdo.
1 comentario:
Jajaja.
Me enteré de la noticia en Palabras de Arena y desde entonces estaba yo con pena. Mi recorrido al colegio ya nunca será el mismo.
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