Cada mañana, al levantarse, lo primero que hacía era subir la persiana y descorrer la cortina. Necesitaba sentir que había un mundo ahí afuera más allá del muro que rodeaba su vida.
Como cada mañana allí estaba Héctor, en lo alto de la rama atisbando hacia dentro. Los dos sentían curiosidad el uno por el otro.
Eran la pareja perfecta.
Feliz semana.
8 comentarios:
Cada imagen, por muy breve que sea, contiene su pequeña/gran historia.
Ésta excelentemente resumida.
Buena semana, Cris.
Una imagen de ensueño para una historia toda realidad.
Saludos
Gran foto, Cris, me encanta !!
un fuerte abrazo !!
Gracias Antonio. Fotografiar es ver y sentir y, a la contra, verlas es sentir la vida.
Un abrazo!
Luis, bienvenido a esta humilde casa.
Gracias por tu visita y comentario.
Saludos.
Gracias Juan Carlos.
Un beso.
Preciosa, enhorabuena por la foto.
Saludos.
Chapinki, gracias por la visita y el comentario.
Saludos.
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