Sin avisar, con urgencia, como si fuera a perder el tren, se fué en un último viaje sin retorno.
Partió en silencio mientras un murmullo de asombros sofocados le acompañaba hasta la otra orilla.
Desde entonces, cada día, cuándo amanece y su estrella se retira a descansar, una estela de luz alumbra nuestro camino.
En recuerdo de Elsy Sanchez Saavedra.
4 comentarios:
Cuanta razon tienes al hablar de la querida Elsy...
Y hay que ver, el tiempo que ha pasado ya, y como la seguimos recordando los que tuvimos la suerte de conocerla y disfrutar de su trabajo, de su sensibilidad en definitiva.
Esta le hubiese gustado, seguro.
A mi también, lo mismo que el detalle de acordarte.
Un abrazo, Cris.
Gracias Antonio.
Desde que se fué tiene a punto un pequeño altar en mi corazón.
Un abrazo.
Así es amigos, ya lo dices Antonio, no se olvida.
Me gusta la foto, Cris
un abrazo a los dos
Gracias, J.Carlos.
Un fuerte abrazo.
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