Hoy he entrado en sus sueños.
Sé que no debo hacer estas cosas pero el momento era tan elocuente que no he podido contenerme.
Estaba yo en mi pequeña cocina preparando varias cosas para la semana. Levanto la persiana para que no se acumule el calor y veo esa imagen.
Ha sido como una especie de poesía visual que me ha hecho poner los piés en el suelo.
La sensación de que en mi ciudad hemos sufrido una invasión es algo ya bastante generalizado pero cuándo veo algo así me quedo con un pié a cada lado del "ya está bien!" y del "madre mía, pobre!" y no puedo evitar pensar que si su cambio para mejor (mucho mejor) es lo que yo veo nada puedo imaginar para ponerme en su punto de partida.
Hoy, queriendo, me he metido en sus sueños y he cambiado un pié de lado. Apreciar lo que tenemos debería ser mucho pero no suficiente.
Ya lo dice el anuncio de Ikea: "no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita".
Yo he seguido con la persiana levantada y él ha cerrado el porticón de su balcón.
Ahora, de nuevo, sus sueños son solo suyos.
Feliz domingo.
3 comentarios:
Una buena toma has conseguido ya que son dificiles de hacer. Un abrazo
Buen encuadre y buena foto, el texto como el anterior muy bueno.
Saludos
Gracias, amigos.
Un abrazo.
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