Luis y Margarita habían nacido libres y habían vivido, hasta hace poco, volando de un lado a otro sin sospechar el futuro cercano que les acechaba.
Picoteaban de aquí y de allá y pernoctaban, sin hacerse notar, en dónde más les placía.
Su existencia era pura poesía y sus muestras de amor se acompañaban de preciosos cantos de apareamiento que despertaban la envidia de todos sus congéneres.
Pero la felicidad no podía durar siempre y, de repente, algo turbó su plácida vida.
Rulo, una cotorra de larga experiencia, se encaprichó de ellos y quiso llevarles a su casa para gozar de sus cantos maravillosos y de sus preciosos colores. Lo deseaba con todas sus fuerzas y en ello estaba cuándo Johnny, una cigüeña macho que anidaba en su casa dió un picotazo en la mesa y dijo: "no!, de ninguna manera!!".
Rulo, triste y sola, decidió seguir sola en su aventura y consiguió hacerse con Luis y Margarita. Les compró una bonita casa, les puso piscina, rica comida y hueso de sepia para que fortalecieran sus huesecillos. Desde ese momento empezó su vida en la clandestinidad ya que no podían ser descubiertos.
Rulo viviría su ilusión y Johnny su mentira.
Mientras tanto, Luis y Margarita, clandestinos pero felices viven sus días esperando ser aceptados por todos.
Y colorin colorado....... este cuento ?¿ se ha acabado.
2 comentarios:
Preciosas palabras, y una preciosidad de toma. Un abrazo
Gracias, José Antonio.
Un abrazo.
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