miércoles, 21 de julio de 2010


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Esos son los días que hace que desapareció. Trabajó como cada jornada, cerró y se marchó. Ni él ni su coche han aparecido.
Desde el principio el silencio y un aparente olvido ha rodeado el caso pero yo amenudo pienso en él y en lo que pudo llevarle a hacer....... a hacer qué?? huida? suicidio?. Después de toda una vida, una larga vida de trabajo y lucha en la que ves que todo te da la espalda y que el futuro soñado es ya un pasado quebrado quizás pensó que ya estaba bien, que el vaso se había colmado, que ya nada valía la pena y decidió acabar con su vida. O tal vez -ojalá-, decidió dar la espalda a su presente hiriente y decidió marchar bien lejos en busca de un final sin presiones, sin peleas, sin dolor.
Tal y cómo han ido las cosas muy probablemente nunca sepamos el final y sea uno de esos casos que se diluye en el tiempo y pasados los meses parece que jamás ha existido.
Unos miran para otro lado, otros fingen no sentir y alguno sentirá con tristeza no haber sabido ofrecer una mirada de apoyo, un abrazo o un rato de conversación para mitigar en algo su angustia, su agonía.
A toro pasado todo son "quizás" aunque cuándo alguien toma la decisión de desaparecer, de la forma que sea, no creo que sea fácil hacerles cambiar de opinión.
Sea como fuere eso ya nunca lo sabremos.

Una calma chicha rodea su ausencia mientras la maquinaria de la rutina sigue funcionando, antes con él, ahora sin él.

Pd. En recuerdo de "A", dónde esté.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una toma preciosa en la que destaco la profundidad que tiene. Un Abrazo
Aver si nos vemos...

Ángel Zamora dijo...

... supongo que nadie tiene el manual de lo correcto y de lo indoloro de este sueño de sueños que es la vida... Sufrir también es vivir nadie es un trozo de madera...

Un mar calmado, un atardecer rojizo y una barca son suficientes.

Besos Cristina, muy hermoso.