Se levantaron de piedra, majestuosas para que el paso del tiempo no dejara huella, para que las generaciones venideras continuaran allí trabajando el campo, criando el ganado. Alguno queda pero la mayoría marchó a buscarse la vida; una vida menos dura, menos sana, menos fuerte.
De nuevo el otoño ha regresado abrazando el pueblo con sus colores y sus colchones de hojas pero las paredes ya no forman hogares, ya no sostienen un techo, ya no cobijan a nadie.
Sed felices.
2 comentarios:
Precioso rincón y unos tonos maravillosos, auténtico festival otoñal.
Saludos.
Realmente es eso: un festival de color y bellas luces.
Gracias por la visita y el comentario.
Saludos
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