Pasé de largo sin apenas darme cuenta cuándo algo me dijo que debía volver la vista atrás. Me detuve, la conversación paró, saqué mi pequeña cámara y disparé.
Cada mañana miraba ese edificio de refilón, entre indiferencia y enfado, pues representaba cosas que no me gustaban demasiado. Mira por dónde esa mañana me regaló una metáfora que me gustó descubrir: no todo lo que se muestra es lo que vemos ni todo lo que observamos es real.
Esto me conduce, inevitablemente, a la entrada de Arturo Carrasco en su Palabras de Arena http://sandwords.blogspot.com/2010/06/que-lejos-me-queda-el-vaticano.html
como siempre ellos dando la nota; porqué no se dedicarán a la música? digo yo.......
2 comentarios:
Aveces -muchas veces- hemos de quitar a las cosas el sentido que otros quieren que tengan, para aplicar el nuestro propio, entonces disfrutaremos más de ellas.
Cristina no te enfades que muy pocas veces el vaticano es congruente y en esta ocasión lo ha sido, denigra que algo queda. Adon Jose nunca le verán por su paraiso.
Me encanta la foto.
Un abrazo.
Excelente foto y con una preciosa composición. Un abrazo
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