Mari Paz había nacido en el interior, en pleno secarral. Se crió con unos tios por parte de padre y pasó una infancia entre complejos y collejas, entre los "calla" y "cuenta" dependiendo con quien estuviera.
Nadie le hacía caso y poco a poco fué sumergiéndose en su fantástica mente hasta convertirse en una Mengual de las albercas; charco que veía, charco en el que se zambullía. Cuándo tenía ocasión se iba hasta el río y allí su frenesí acuático ya no tenía límite.
En el agua se sentía libre, su cuerpo no pesaba y su mente volaba por océanos lejanos.
Un día se puso muy enferma, dijeron que gripe pero yo creo que fué una soberana pulmonía que casi le lleva al otro barrio.
Entonces fué cuánto el médico descubrió su secreto; entre los dedos de manos y piés tenía membranas como los patos.
Ahora ya todos sabían la verdad de Mari Pez.
Feliz semana.
2 comentarios:
Mari Pez... :) muchos besitos
Maravillosa imagen. Un abrazo
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