A veces la vida se convierte en una estúpida carrera de obstáculos que nos agota y nos atemoriza pero hay que sacudirse las pulgas, parar, tomar aliento y emprender con energía la batalla que nos toque librar por dura que sea.
No cabe el desánimo ni el desconsuelo, sólo un paso firme y sereno con la mirada fijada en un solo objetivo: la meta.
No importa el esfuerzo ni el tiempo invertido, sólo los resultados y, para el camino, sea el que fuere, yo estaré aquí, con agua fresca, una sonrisa y miles de fotos para convertir el trayecto en algo hermoso y afectuoso.
Ánimo y fuerza.
Pd. Para F y Mag con todo mi cariño